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Mostrando entradas de marzo, 2025

CRÓNICA: Comida con mis compañeros cronistas. 21 de marzo de 2025.

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CRÓNICA: Comida con mis compañeros cronistas. 21 de marzo de 2025.  He llegado pronto a la puerta del Sol y he decidido hacer tiempo recordando paseos por aquellas calles.  No he podido evitar, atraído por el olor, acercarme al escaparate de La Mallorquina donde se mostraban mis bollos preferidos en forma de napolitanas y pepitos de crema, además del anuncio de la Semana Santa materializado en atractivas torrijas.  La inercia me ha llevado a la travesía del Arenal y a bajar por ella. Pero sabía que no encontraría mi destino en una de aquellas librerias de Madrid que cerró hace unos años.  La librería Gabriel Molina era un templo de libros antiguos y de historia. La puerta debil acristalada daba paso a un local con el olor característico de papel antiguo junto a la madera de los muebles donde reposaban. Gabriel era un empleado que se casó con una sobrina del dueño Bernardo Rico, antiguo sargento carlista, que había comprado el local.  Era Bernardo Rico, un emigra...

CRÓNICA: DÍA DEL PADRE

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Cuadro de Friedrich, Un paseo al anochecer CRÓNICA: DÍA DEL PADRE  Mañana la tradición traerá sentimientos distintos.  Muchos serán ajenos a la suerte que tienen.  No valorarán lo que tienen hasta que lo pierdan. Se acostumbran fácil a lo cotidiano hasta el momento que lo diario se convierte en pasado. Y el pasado no vuelve.  Para otros, los que perdieron a sus padres, sólo el tiempo será un bálsamo para su alma. Y mañana se acordarán de a quienes amaron, de a quienes quisieron, de a quienes sonrieron todos los días, de a quienes les robaron recuerdos y palabras y de quienes quisieron compartir un sentimiento mutuo un día tras otro. Para todos mi cariño y mi afecto. Al igual que para todos aquellos que mañana notarán una punzada en el alma.  Pero hay un tercer sentimiento al que yo me he enfrentado toda vida. Y solo los que me conocen bien saben de él.  La genética no obliga, no manda, no debe imponerse. Ser padre no es un derecho para el progenitor porque ...

CRONICA: MUJER TRABAJADORA

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CRONICA: MUJER TRABAJADORA  Hace unos días estuve en el camposanto de Valdepiélagos despidiendo a mi tio Tayo. Me situé junto a la tumba de mi madre mientras miraba como le enterraban tres filas de sepulturas más arriba. La historia sube por la ladera del cementerio situado frente a olivos. Ya la misa anterior me había trasladado a un dia similar hace 33 años, con un ataud parecido en el pasillo central. Aquel dia bajo un cielo muy azul bajamos tras el coche fúnebre desde la puerta de la iglesia, rodeando la barbacana, carretera abajo. Tanto mi tio Tayo como mi madre nacieron en 1936. Sólo que ella murió con 55 años. El viento que mece en ocasiones algún milano sobre el cementerio había humedecido mis ojos y encendido mi memoria eidética del pasado.  Si vas a la plaza cómprame queso de Burgos, le dijo mi abuelo. No entendía por qué mi abuelo llamaba plaza al mercado de Ibiza, junto a El Retiro. Quizás una reminiscencia de cuando en Sisante, Cuenca, su propia madre iba a la pla...

CRÓNICA: Juan Calleja Pérez, mi Tío Tayo.

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CRÓNICA: Juan Calleja Pérez, mi Tío Tayo.  Siempre se mueren los mejores. El poso que me deja la memoria de mi Tio Tayo, es el haber conocido a una persona buena. No, no conviví con él  pero mi recuerdo conlleva el haber sido una persona, aun en la distancia, querida. Ni siquiera sé con certeza por qué mi tio Juan era conocido por el Tío Tayo. Reminiscencia de los revueltos años 30 donde a un hijo le podías llamar Libertario. Pero con la llegada de otro régimen, al que le daban miedo hasta los nombres, hubo que cambiarlos. Me quedo no con la connotación política sino por el amor de cualquier padre que quiere que su hijo viva en libertad. Por eso Libertario paso a ser tario, taio y a pronuniciarse como Tayo. Aunque en su dni figuraba Juan, Juanito. Mi tío está casado con Carmencita, mi tía Carmen de las Heras, hija de Carmen Ortuño Ortuño, la segunda mujer de mi abuelo Emigdio, burgalesa, nacida en Peñaranda de Duero, muy cerquita de Brazacorta.  Cuando ha llegado al tanat...