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Mostrando entradas de noviembre, 2023

CRÓNICA: EL VIII centenario del Fuero llega a El Vellón 12 mayo 2023.

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 CRÓNICA: EL VIII centenario del Fuero llega a El Vellón.  Cualquiera que me hubiera seguido hoy pensaría que quería llegar a El Vellón sin que los de la atalaya descubrieran mi presencia. El camino más largo ha sido el mío. Una vez he dejado a mi hija frente al tributario derecho allá por las tierras de Cantoblanco y para evitar la ruta por donde los de Magerit suelen invadir el valle del río de Nadie o las tierras de la sierra, he rodeado el cerro San Pedro, de piedras metamórficas de gneis, cruzando Guadalix y bordeando el seco dibujo del pantano. He vuelto sobre mis pasos hacia Pedrezuela y he girado a El Vellón. Los de la atalaya debían estar pensando en viandas y celebraciones porque he podido llegar a una plaza donde preparaban un zoco. Y ahí me han descubierto. Jesús González, el maestro hacedor de dulces, valdepielagueño, que llena de pastas y de postres a los habitantes de la villa. Me ha saludado y luego he de decir que... he pecado, llenando las alforjas de jesusitos y past

CRÓNICA: El Fuero se celebra en El Casar. 25 noviembre 2023

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 CRÓNICA: El Fuero se celebra en El Casar.  En la mañana fría de noviembre crucé el Jarama a lomos de mi corcel traído de las lejanas tierras de Cipango. Me gustaba coger el camino de Fuente el Saz y desde alli subir a la campiña. Tierras del Fuero, pero con otro gobernador distinto al de Magerit, pero bajo el mismo arzobispo. Para dejar el valle del rio de la frontera o de nadie, como era llamado por algunos bereberes debía subir hacia las alturas. Las contrarias frente a las atalayas que quedaban al otro lado del rio. Atravesaba y ascendía páramos de las tierras bajas de la aldea a la que me encaminaba y donde volaban cigüeñas y se escondían las avutardas. Mas cuando me encontraba en un alto desde donde divisaba todo el valle, con el fondo de la sierra que dejaba la antigua frontera del Duero al otro lado, y dibujaba el cerro San Pedro, La Cabrera, la Peña de la Cabra, Somosierra y los pasos al norte, bajé de mi montura y vi la inmensidad de la lejanía. Y no sé si dormido en un sueño

CRÓNICA: Escudo de Valdepiélagos (II), parte diestra.

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 CRÓNICA: Escudo de Valdepiélagos (II), parte diestra.  Hace meses expliqué el lado izquierdo del escudo de Valdepielagos. Hoy vamos a por el derecho.  En 1990 Doña Carmen Travesedo y Colón de Carvajal, Diplomada en Heráldica por el Instituto Luis de Salazar y Castro del CSIC, de la secretaría general de la Sociedad de Estudios de la historia de España, planteó un escudo al Alcalde y corporación municipal de Valdepiélagos, que luego se aprobó. Propuso que en el lado derecho se colocara una media cadena del escudo de los Zúñiga, puesta por el mismo Iñigo de Zúñiga en su escudo tras la batalla de las Navas de Tolosa. Los Zúñiga fueron origen progenitor de los Béjar.  La Duquesa de Béjar era dueña de estas tierras cuando se le concedió el villazgo a Valdepiélagos en 1801 y tuvo mucho que ver en la eximente que nos liberó de aquel Fuero de Talamanca.  Hablemos de las cadenas.  El rey de Navarra Sancho VII "el Fuerte", para celebrar la victoria de la batalla de las Navas de Tolosa

CRÓNICA : Escudo de Valdepielagos (I),, parte siniestra

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CRÓNICA : Escudo de Valdepielagos (I),, parte siniestra Ser el tercer hijo, aunque fuera del alcalde de Casa y Corte don Fernán Gómez de Herrera, llevaba consigo una hidalguía pobre y una posible herencia escasa.  En el siglo XVI, aun pudiéndose “hacer las Américas” era más goloso y cercano las guerras en Italia, donde las tropas españolas conquistaban territorios y se entretenían con los saqueos, como el de Roma en 1527. Un grande de España, don Gonzalo Fernández de Córdoba y Fernández de Córdoba (no es una errata), tercer Duque de Sessa, nieto del Gran Capitán, para compensar el poder de la Casa de Alba, fue nombrado Gobernador de Milán. Y por aquellas tierras estuvo guerreando al francés recorriendo el Piamonte. Pues bien, nuestro Melchor, armado de caballo y sin mucho que perder, fue un capitán de una compañía de caballería ligera, por armas y por equipaje, al que las guerras y los saqueos les hacía enriquecer, si no morían antes. Qué decir de Melchor sino que era creador de fortun

Crónica: un día de noviembre, en Valdepiélagos.

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Crónica: un día de noviembre, en Valdepiélagos.  Pridie Nonas Novembribus MMDCCLXXVI Ab Urbe Condita,  para los ilustrados.  ¿Y no es la labor de un cronista que lo acontecido y que acontece no se pierda? Pues, con la venia de los interesados...  Una mañana de niebla en el mes de noviembre y en las tierras del arzobispo, nuestro adalid encaminose por el antiguo tunel de olmos desaparecido por culpa de la grafiosis. Pasadas las tierras frente al camposanto, donde nos visitaban hace años los carromatos de los húngaros, este nuevo magiar, sobre su montura encarnada y emblema blanco sobre rojo, venido de la misma ribera del Pilde, en el camino del destierro de nuestro Cid, cruzó la Fuente de la Tejera y se dirigió a su destino. Ya los habitantes no traían sus utensilios de cocina a la entrada de la villa y el carruaje iba a sus casas. Nuestro adalid dirigió su cabalgadura a la ecoaldea. En ella una noble dama sufría porque su artilugio maldito, aquel que lavaba platos sin necesidad de acer

Crónica: Un día de noviembre, en Talamanca.

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Crónica: Un día de noviembre, en Talamanca.  Llegar un poco antes al lugar del ágape y pedir un Ribera en la barra ya ha sido un buen comienzo. Un Vegazar roble de Zazuar ha tenido la culpa del placer inesperado. Acababa de llegar a Talamanca de Jarama y me han transportado a las Bodegas Milvus de ese pueblo burgalés. Al poco han llegado Ricardo y Nacho. Uno hacedor de diseños de todo aquello que estáis viendo en el Fuero, el otro, ilustre promotor de la idea de este recuerdo histórico y autor del libro conmemotativo de esta celebración, Juan Ignacio Merino de Mesa, Director General hace años de la Administración Local en la Comunidad de Madrid, también fue alcalde de Valdeolmos-Alalpardo y ahora es nuestro amigo y compañero. Miguel, cronista de Algete, nos ha acompañado de sorpresa. Y para mí ha sido un placer. Al fin y al cabo somos "cierra fueros". Siempre hasta lo último en las celebraciones. Y por mucho tiempo.  Mientras, han ido llegando componentes de este maravilloso

CRÓNICA: HA FALLECIDO EL ILUSTRÍSIMO SEÑOR DON LUIS MIGUEL APARISI LAPORTA.

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CRÓNICA: HA FALLECIDO EL ILUSTRÍSIMO SEÑOR DON LUIS MIGUEL APARISI LAPORTA.  El calendario es una trampa de fechas. Llevo días de una vorágine de trabajo que en el mejor de los casos, no me merece. Mi edad ha aprendido que el valor de las cosas no es un tema laboral, de subsistencia. Es una riqueza oculta, de instantes, que muy pocos saben vivir. Mi pirámide de Maxlow es plana, muy plana, de una sola altura. Y si existe es por mis apegos, mi familia. Si por mi fuera seria llana, una simple meseta donde nada importara.  Si tuviera cabellos, el mesarlos sería un castigo merecido y deseado.  No vivir algo o a alguien, aun en sólo un instante, es un crimen merecedor de mil castigos.  Le conocí en un pueblo de Guadalajara.  Acudí para arropar a una compañera, cronista, y en ese acto le escuché.  El micrófono era indistinto, no hacía falta. Y me quedé con una frase. La definición de experto en vivir infartos.  Cuando una persona emana conocimiento y experiencia, particularmente, embriaga.  Y

CRÓNICA: Ruta 179, Valdepiélagos

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CRÓNICA: Ruta 179, en Valdepiélagos.  Amanecer y olvidarse en la distancia de los días intensos, para mí, es un descanso del alma. Hacer kilómetros camino de Valdepiélagos es un placer inexplicable.  Mirar a lo lejos, aunque hoy las nubes bajas escondían la silueta de la sierra, hacen olvidar la distancia corta de mirar en una pantalla números, mails y actas. El cerro de San Pedro era una isla entre nubes, el cerro del mediodía no se veía. Hoy la hora debía escucharse con tañidos. El chirimiri me acompañó todo el camino y recordando el tunel de mi infancia que hacían los olmos fulminados por la grafiosis, he aparcado en el camposanto. La Ermita de Nuestra Señora de la Soledad ya no estaba sola. Me he armado de tijeras para retocar tallos y he cogido el ramo que llevaba para mi madre. En la tumba especialmente limpia ya había flores. Año tras año debo agradecérselo a mis primas. Hoy al darle las gracias a Ana Maria Lopez de las Heras  me contestaba, hago lo que aprendí de mi madre, Alic