Cronista de Valdepiélagos

 Discurso dado en el Auditorío de Pedrezuela en el nombramiento de su Cronista Oficial Jesús Carlos González Sanz. 28 de abril de 2023. Sr. Alcalde , Corporación Municipal, vecinas y vecinos de Pedrezuela, compañeros cronistas, amigos... Mi nombre es Agustín de las Heras Martinez y soy el Cronista oficial de Valdepiélagos.  Yo no tengo mucha antigüedad como amigo de Carlos. De hecho hace un año no le conocía. El término de Cronista tambien me era ajeno porque me nombraron en noviembre, pero ya había presentado un libro tilulado "De Las Heras. Crónicas de Valdepiélagos," sin saber el futuro que vendría. Miguel Alcobendas, Cronista Oficial de Algete y yo pertenecemos a la comisión de trabajo del VIII centenario del Fuero de Talamanca que se celebra este año, y me dijo, tienes que conocer a un tal Carlos de Pedrezuela. Pero ¿por qué me lo dijo?  En esas investigaciones que realicé para escribir ese libro busqué en libros de matrimonios, defunciónes y bautismos de la iglesia de l

CRÓNICA: “Alejo Vera, buscando la belleza” Esta mañana he llegado al Palacio del Infantado, en Guadalajara, encontrándome con su imponente fachada.  He entrado al interior buscando la exposición de Alejo Vera y me han preguntado de que código postal procedía. La verdad es que me he acercado por Valdepiélagos y así se lo he dicho a quien me preguntaba. Como Cronista quería saber de aquel descendiente de valdepielagueños. He dado una vuelta deteniéndome paso a paso en la obra según el artista evolucionaba. Y he de reconocer que la exposición está muy trabajada, hecha por personas que admiran al autor y que conocen su obra Una vez recorrida una parte del museo he pasado a la otra donde en un tamaño original se encontraba "El último día de Numancia". La reproducción del original era admirable en una sala sólo para esta obra, donde el espacio permitía distancia para observar cada uno de los detalles. Tras unos minutos recorriendo cada gesto de los arevacos, en aquel último día, un

 CRÓNICA: Alejo Vera Estaca, a cien años de su muerte. Es curioso como la muerte ha llevado al olvido incluso a hombres ilustres. Aunque sus obras permanecen, sus vidas se apagaron en un silencio tal que ni en su entierro fueron reconocidos sus méritos. Murieron solos. Así es esta España cruel y olvidadiza con los suyos. Luego la historia los desvanece hasta que por arte de magia alguien se acuerda que hace cien o doscientos años, nacieron o murieron. Y es más, muchos se rasgan las vestiduras diciendo que el ilustre finado era de mi provincia, de mi campiña o de mi tierra. Uno de los datos que sabemos es que el pintor Alejo Vera Estaca nació en Viñuelas, provincia de Guadalajara. Eso es indudable. No seré yo quién cuestione si nació allí porque vivía allí su familia o iba de paso. No tengo datos para afirmar una cosa u otra. Solo puedo afirmar que la madre estaba allí. Tampoco puedo afirmar que don Alejo fuera alcarreño o guadalajareño de pura cepa. Define la RAE, a una persona de pura

 No tengo remedio... Mil perdones... Ha sido el vino. CRÓNICA: EL MOLAR Vive dios que los coloridos de las damas,  robaban la vista de los caballeros.  Y harían creer a los mismos almohades, que ya pisaban su paraiso eterno.  Briales, faldas que rozaban el suelo,  hasta la misma alcaldesa daba ejemplo,  vistiendo ropas que escenificaban tiempos del Fuero... y no estos.  Recios árboles los que habitan sus calles,  extraño encontrarlos en las ciudades de troncos con anillas infinitas,  si no es por ser tierra de inmortales.  Y bajo una carpa escondían el misterio,  no solo esa tierra da árboles centenarios,  sino también hace vivir a las gentes,  mas allá de números octogenarios.  ¿Acaso el viento o los aires del norte?  ¿Serán las migas que hemos probado?  ¿O ese vino que alegra los paladades?  El secreto no nos ha sido revelado.  Pero hoy me quedo con varias cosas,  compartir tan especiales momentos,  robando y disfrutando del instante,  con alcaldes, amigos y molareños.  Gracias Yasmi

  La figura del vaquero en Valdepiélagos queda reflejada, en su nombramiento y sus obligaciones, en varias fechas incluidas en los libros del Ayuntamiento. Si viajamos hasta el 24 de febrero de 1818, un acuerdo en el Ayuntamiento nos dibuja este personaje necesario para la vida en el pueblo. El sustento tenía que buscarse en varios frentes y todos no se podían defender en las horas de un día. Trabajos comunes necesitaban servicios comunes y ahí nace la figura del vaquero, como la que ya tratamos del porquero. Ese día, Marcelo Calleja, vecino de esta villa, compareció ante Plácido García y Dionisio Moreno, alcaldes ordinarios, Santiago Frutos y Joaquín Gil González, regidores en ese momento y ante Ventura Pascual, procurador síndico general, quienes componían el Ayuntamiento. Y unos obligaron y Marcelo se obligó a guardar el ganado vacuno, cerril y domado, y los becerros de cría, desde el día de su admisión hasta el 31 de diciembre inclusive bajo las condiciones siguientes: “Primera. Qu

CRÓNICA: SEMANA SANTA EN VALDEPIÉLAGOS Perder una tradición es olvidar nuestro pasado. Yo en algunos casos ese pasado lo estoy descubriendo mezclándolo con mis recuerdos. Y agradezco a valdepielagueñas y valdepielagueños que me cuenten, para que todo quede escrito.  Mañana, Viernes Santo, a las 20:30 de la tarde saldrá una procesión desde la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora por las calles de Valdepiélagos. Antes se hacía de noche.  Adjunto una foto del Cristo que se procesionará.  Por otro lado en la Iglesia hay un rincón que constituye un monumento a la historia, al recuerdo y a la aportación de los feligreses y vecinos. Todos los Jueves Santos se situaba al Santísimo y se le velaba toda la noche.  La Cruz la hizo Feliciano Gómez, que solo tenía un brazo, hará unos 60 años. La hizo para que la llevará su hijo en la procesión. Estaba pintada de azul y hace varios años la restauró Nieves Pascual.  De Feliciano hablamos hace poco, de quintos y maletas. Fue quien creó el compañe

 CRÓNICA: TORRIJAS, AQUELLA RECETA.  Recuerdo aquellos días de Semana Santa.  Madrid eran calles, de calor o de lluvia dependiendo del año pero, desiertas. Los adoquines de los bulevares no tenían quien los pisara. El Retiro era un bosque inanimado. . Esos días mi padre trabajaba y yo quedaba en casa, junto a mi madre y mi abuelo.  Recuerdo que el aburrimiento fue una enfermedad al principio. Mis amigos habían huido a sus pueblos pero nosotros no teníamos todavía aquel 85O normal de color beige donde años después me tumbaba a lo largo en la tapicería roja, cuando ya de noche, saliamos de Valdepiélagos y pasábamos la casa de Alicia, mientras miraba por la ventanilla bajo un cielo estrellado solo oculto por las ramas de los olmos que formaban un túnel.  Un mozalbete como yo se debatía entre un canal y un semicanal de UHF. Y en aquella casa aprendí a jugar solo y a dejar de decir "madre me aburro" cuando empecé a devorar libros.  Nadie de mis amigos viajó tanto aquellas semanas

CRÓNICA: JESÚS CARLOS GONZÁLEZ SANZ, CRONISTA DE PEDREZUELA Hace un año, por estas fechas, estaba próximo que viera la luz mi cuarto libro `De las Heras. Crónicas de Valdepiélagos". En este tiempo una vorágine cultural ha dado un giro a mi vida. Cuando uno realiza una labor gratia et amore y hace lo que le gusta investigando y dando luz a todas aquellas gentes, hechos y costumbres que no salen en los libros de historia, pero que no merecen ser olvidados, la labor como cronista toma su verdadero sentido. Ver el brillo de los ojos de nuestros mayores cuando les haces recordar algo o bien el interés de nuestros jóvenes por conocer su pasado crea el engranaje perfecto para que conozcamos que somos porque otros fueron. El segundo aliciente como cronista ha sido conocer a personas que merecen ser conocidas. Un capital humano tan interesante que, sin asociaciones como RAECO (Real Asociación Española de Cronistas Oficiales) o bien trabajar codo con codo en organizar eventos como el Fuero

 CRÓNICA: CALLEJERO DE VALDEPIÉLAGOS   (1801) (I) BARRIO BAJO, o DE ABAJO.  A Valdepiélagos han llegado gentes de otros pueblos y lugares que han enriquecido su población y su historia. De hecho, en unos primeros trabajos de investigación, descubrí que acogimos vecinos de la misma capital y de otros pueblos que huían de la invasión de los franceses, por ejemplo.  Y mucho antes que los gabachos sembraran guerra y pobreza, el devenir de los casamientos entre habitantes de distintos pueblos que se conocían, bien en fiestas, bien por acudir a la llamada de siembras y cosechas sirvió para que la sangre y la genética se mezclara para ser lo que hoy somos.  Un ejemplo es el de Eugenia Ruíz, nacida en Pedrezuela en 1732, que se casó con un nacido en Valdepiélagos, de nombre Gregorio, abuelo de Gregorio Frutos Pascual y se vino a vivir a Valdepiélagos, dando lugar a muchos de los que lleváis o han llevado el apellido Frutos.  Eugenia, de hecho, era la trastarabuela de mi abuela Antonia Frutos,

Calculo que tendría unos doce años pero mi nombre no era el de Gregor Samsa, aquel viajante de comercio que Kafka dibujó con sus palabras y se despertó convertido en insecto. Quizás pensara alguna vez que era un insecto empequeñecido a punto de ser pisado. Esa anulación de voluntad cuando quien dice educarte en casa lo hace en nombre de extrañas voces. No sé por qué pero alguien me regaló en una pequeña caja una larva de oruga capaz de fabricar seda. Y entonces todo empezó. Camino de Valdepiélagos existía una vieja olmeda que hacía que los árboles se abrazaran a ambos lados de la carretera. Cuando te aproximabas en primavera parecía que lo hacías bajo un túnel verde que serpenteaba hasta llegar al pueblo. Eran tiempos anteriores a que la grafiosis matara aquel paisaje y que hiciera que aquel camino nunca volviera a ser igual. Entre aquellos árboles existía alguna morera de moras blancas cuyas hojas les encantaba a los gusanos que me regalaron. Cuando aquel ciclo de metamorfosis empezó,

 CRÓNICA: VALDETORRES Esta fin de semana se celebra el Fuero en Valdetorres. Hemos descubierto una placa en la plaza que será observada dentro de siglos. Allí estará el escudo de Valdepiélagos que como en las reuniones de la Mesta, hoy ha estado allí. Los anfitriones han sido maravillosos. Gracias José Maria, buen alcalde. Gracias Nuria por tu trabajo y tus sonrisas. Gracias Jorge Muñoz por darle cobertura. Gracias compañeros de comisión de trabajo, corporación de Valdepiélagos, amigos, vecinos. Gracias a Juan Alonso Resalt Presidente de la Real Asociacion Española de Cronistas Oficiales por apoyar el evento. Gracias al resto de Alcaldes y Corporaciones. Gracias al Cronista de Valdetorres Martín Turrado por presentarnos su libro y gracias Ricardo Ruiz por presentarnos e invitarnos a ese maravilloso proyecto. Gracias a la Asociación Cultural Atalayas que siempre están donde bulle la cultura y la historia. Y gracias a todos los que habéis compartido esta tarde conmigo y el resto de asist

  CRÓNICA : MELCHOR DE HERRERA Y RIVERA, PRIMER MARQUÉS DE AUÑÓN.  Ser el tercer hijo, aunque fuera del alcalde de Casa y Corte don Fernán Gómez de Herrera, llevaba consigo una hidalguía pobre y una posible herencia escasa.  En el siglo XVI, aun pudiéndose “hacer las Américas” era más goloso y cercano las guerras en Italia, donde las tropas españolas conquistaban territorios y se entretenían con los saqueos, como el de Roma en 1527. Un grande de España, don Gonzalo Fernández de Córdoba y Fernández de Córdoba (no es una errata), tercer Duque de Sessa, nieto del Gran Capitán, para compensar el poder de la Casa de Alba, fue nombrado Gobernador de Milán. Y por aquellas tierras estuvo guerreando al francés recorriendo el Piamonte. Pues bien, nuestro Melchor, armado de caballo y sin mucho que perder, fue un capitán de una compañía de caballería ligera, por armas y por equipaje, al que las guerras y los saqueos les hacía enriquecer, si no morían antes. Qué decir de Melchor sino que era creado

 CRÓNICA: María de Espolea, La Pastora (I)  En 1640, una vecina de Valdepiélagos fue presentada ante el tribunal de la Inquisición por bruja. El auto ha llegado hasta nuestros días en una letra escribana difícil de entender. Trabajo en un documento de más de 150 páginas de interrogatorios, escritos y legajos varios. María de Espolea, La Pastora, fue condenada, pero no a la hoguera. En la página 60 del proceso y a modo de introducción de lo que se dijo y se dejó escrito, una muestra: "Siempre deseando emplearme con servicio ante este santisimo tribunal y para cumplir la obligación de tal mismo, como ayer vino ante mí, 22 de enero de 1640, una mujer pobre negra, aunque libre, de esta villa de Talamanca que ella había ido los días pasados a buscar hierbas para la botica, y viniendo de buscarlas llegó de noche a Valdepiélagos que es un lugar que está a media legua de esta villa de Talamanca y allí pidió por amor que la recogiesen. Y una mujer que la negra dice conocer de vista la llev

CRÓNICA: LA MILI DE UN VALDEPIELAGUEÑO EN 1949.(MACARIO GONZÁLEZ)  (y II) A Macario González le enviaron a Transmisiones y le ofrecieron hacer un curso de conductor. A los que aprobaban les mandaron a Automovilismo. Y ese fue su destino hasta que un amigo del padre de Macario habló con un Teniente Coronel amigo suyo y le reclamó al Teniente Coronel de donde estaba. Macario fue agregado a su cuartel. Le dieron mes y medio de permiso. Aquellos que hacían la mili lejos agrupaban los permisos. Macario había estado ya trece meses y medio en tierras africanas sin ver a su familia, a sus amigos y a su pueblo. Macario volvió a Valdepiélagos la víspera de la función en mayo de 1950. Mes y medio pasó muy pronto para nuestro soldado y tuvo que volver a África cuando ya se aproximaba el verano. El cuartel de transmisiones era mejor cuartel y mucho más limpio comparado con los destinos anteriores. Las camas eran tres tablas de madera en dos banquillos de hierro y dormían sobre una colchoneta de paj

  CRÓNICA: JULIÁN GONZÁLEZ FRUTOS, un valdepielagueño que murió en la Guerra de Filipinas.  Un lunes de febrero MariCarmen González, la anterior bibliotecaria, le preguntó a Miguel de las Heras por los datos de un valdepielagueño llamado Julián. Hace tiempo Miguel se había puesto en contacto con el historiador Miguel Ángel López de la Asunción, un erudito sobre la Guerra de Filipinas y autor del libro "El sitio de Baler. La heroica gesta de los últimos de Filipinas". Este gran investigador tiene infinidad de datos de los españoles enviados a esa contienda para defender el territorio de ultramar y le remitió el certificado de defunción de Julián.  Aquel mozo se llamaba Julián González Frutos, era hijo de Felipe González de la Cruz y de Eugenia Frutos Moreno. Era hermano de Manuel, bisabuelo de MariCarmen González y de Martín, bisabuelo de Miguel de las Heras. También era hermano de Pedro González Frutos, abuelo de Anatolio González. Eran seis hermanos y dos hermanas. Pero Juli

 CRÓNICA: ALGETE Cuando alguien te lleva al pasado de Algete inmerso en un Fuero que compartió con otras aldeas y en sus palabras notas su emoción, te encuentras ante un erudito de la historia. Como me hubiera gustado que alguien como Miguel me enseñara esta materia en mis primeros años de estudiante.  Pero cuando la historia que nos une no les interesa a las nuevas generaciones es cuando ocurre el castigo: la historia se repite. Y generalmente es la mala historia, la de las guerras, la de las penalidades, la de volver a repetir los errores, aquella que nos sucede. Ese péndulo que se mueve hacia un lado, va hacia el otro y al final vuelve al lado desde donde empezó a moverse, sin avanzar, engañando a las ondas del tiempo.  Miguel nos ha dibujado el mismo Fuero, su historia, sus protagonistas y nos ha llevado por los siglos hasta que las aldeas se convirtieron en villas.  Y el Fuero nos ha llegado porque lo escrito permanece como nos indica en su principio. Y así no se olvida. Y el Cron

CRÓNICA: QUINTOS Y MALETAS.  Sería complicado explicarles a las generaciones del siglo XXI, por un lado el concepto "mili" y por otro, que la primera vez que un joven se alejaba del pueblo y viajaba, fuera cuando tenía cerca de veinte años. Hasta entonces, las mayores distancias que podían recorrer tenían el objetivo de unas fiestas patronales, en Torrelaguna o Uceda o pueblos cercanos, bajar con el grano al molino de Talamanca o como mucho acercarse a El Molar para recoger o llevar a alguien al autobús o realizar algún trámite en correos. Los demás viajes eran excepcionales. De hecho ir a Madrid o a Guadalajara podría ser el equivalente de salir al extranjero. Muchas de las generaciones de Valdepiélagos nunca vieron el mar. Los nacidos próximos a la guerra civil sufrieron los vaivenes de llamamientos para ir al frente. Casi siempre involuntarios porque como decía un abuelo, a mi hermano se lo llevaron los unos y le mataron los otros. Veinte años antes se preocuparon por ser

CRÓNICA: UN CRONISTA A VUESTRA DISPOSICIÓN.  Llevo meses escribiendo Crónicas de Valdepiélagos. Mucho material ya lo tenía de mi propia familia y me había servido de mi memoria hierática de recuerdos pasados y visitas a nuestro pueblo, más o menos periódicas, hasta que murió mi madre. Luego me centré en sobrevivir.  Investigar sobre mi pasado me llevó a descubrir que los apellidos de mis abuelos se perdían en la historia. Y que en algunos casos venían de pueblos lejanos como Pedrezuela. Conversar con Alicia y con Anatolio fue un premio que disfruté con sentimiento. Sus voces las llevo en mi corazón y mi recuerdo. Y en aquellas conversaciones donde ellos disfrutaban ser escuchados me trasnmitieron datos y datos de nuestro pasado. Su pérdida ha sido una tragedia para todos. Los escritos de Macario González que nos ha proporcionado su hija Maricarmen, nos ha ayudado a conocer también.  Las crónicas que habéis podido ir leyendo han versado sobre hechos que nos atañen a todos pero tambien s