CRÓNICA: “Alejo Vera, buscando la belleza”

CRÓNICA: “Alejo Vera, buscando la belleza”

Esta mañana he llegado al Palacio del Infantado, en Guadalajara, encontrándome con su imponente fachada. 

He entrado al interior buscando la exposición de Alejo Vera y me han preguntado de que código postal procedía. La verdad es que me he acercado por Valdepiélagos y así se lo he dicho a quien me preguntaba. Como Cronista quería saber de aquel descendiente de valdepielagueños.

He dado una vuelta deteniéndome paso a paso en la obra según el artista evolucionaba. Y he de reconocer que la exposición está muy trabajada, hecha por personas que admiran al autor y que conocen su obra

Una vez recorrida una parte del museo he pasado a la otra donde en un tamaño original se encontraba "El último día de Numancia". La reproducción del original era admirable en una sala sólo para esta obra, donde el espacio permitía distancia para observar cada uno de los detalles.

Tras unos minutos recorriendo cada gesto de los arevacos, en aquel último día, uno imagina el sufrimiento más cruel cuando ven que van a morir con los suyos. No podemos creer lo inhumana que puede ser la vida.

Y en el silencio, de una sala contigua, sólo interrumpido por una voz que te llevaba por las imágenes de un video, me he quedado absorto al conocer más datos de la vida de Alejo

En la semioscuridad de la sala alguien se ha acercado.

¿Eres el cronista? me ha preguntado. Soy Rosario Baldominos Utrilla, comisaria de la exposición.

Entonces todo ha cambiado. Según hablábamos de la vida de Alejo, íbamos y veníamos a mirar un cuadro, una reseña, un objeto... Algo visto en la soledad de la exposición, Charo le daba vida, luz, te dirigía a un detalle que sólo no hubieras visto y mientras, notabas en el brillo de su mirada que amaba la obra de Alejo, que había revivido la obra del pintor. 

Hemos coincidido que Alejo Vera es de todos, de Viñuelas, de Valdepiélagos, de Guadalajara, de Roma, de Madrid... de Pompeya. Y su obra debe ser conocida por todos los que tengan relación con esos lugares o no. 

La exposición “Alejo Vera, buscando la belleza” es una paradoja, porque la belleza se encuentra sola, no hace falta buscarla en sus cuadros, bocetos y dibujos. 

Y Charo me llevaba de un estilo a otro de la trayectoria de Alejo, del siglo XIX al XX. Yo le hablaba de la luminosidad de la parte del cuadro donde el pintor nos hacía centrar la vista y Charo me hacía dirigir mi mirada hacia el "sfumato"  que iba difuminando personajes según se alejaban de la claridad. 

Tenía que haberlo grabado. No recibía una clase así de alguién tan especializado en un tema desde hacía mucho tiempo, pero es que, además lo vivía según lo contaba. 

Hay dos datos que si se me han grabado. Alejo nació en Viñuelas porque su padre tenía allí destino en correos. Y algo que nos vuelve a unir a Soria, Alejo y Bécquer eran grandes amigos. 

Lo mejor ha sido el ofrecimiento de Charo, avisadme y os enseño la exposición. Tráete a tus amigos de Soria y Valdepiélagos. 

Nadie me había hecho últimamente tan agradable invitación. 

Hoy soñaré con sus cuadros y dibujos. No sólo con Numancia sino con las damas que le gustaba dibujar, adelantado a su tiempo. Supo tratar a la mujer con el respeto, como alumnas y con el cuidado de hacerlas eternas en sus cuadros. 

Ya no quebrantaremos la última voluntad de Alejo Vera: "Ordeno que no se comunique a nadie mi fallecimiento hasta despues de haber sido enterrado. Mi entierro no lo hagan con lujos. Mi cuerpo debe ser en un simple sudario, háganme entierro de pobre, y no coloquen sobre mi tumba esas inscripciones que llevan al sonrojo ". 

Pero ahora, cien años después, todo el mundo sabrá quién eras. 

P. D. Os iba a hablar de los cuadros pero, tendréis que ir vosotros mismos a verlos. Sólo hasta el 24 de septiembre. Id a ver esta cuidada exposición. Lo merece. 

@agustindelasheras 

@cronistadevaldepielagos