CRÓNICAS DEL PILDE: Doroteo Andrés Lozano (1870-1933) Segundo Teniente. Brazacorteño.
CRÓNICAS DEL PILDE: Doroteo Andrés Lozano (1870-1933) Segundo Teniente. Brazacorteño.
Me imagino a Doroteo mirando a lo lejos, junto al ayuntamiento, como me gusta hacer a mí casi cien años después. La ribera del Pilde, los huertos, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción junto al suelo que ocupaba aquel monasterio que fue premostratense y el cementerio donde yacían sus ancestros.
Mirar a lo lejos es un regalo que sólo te pueden dar lugares como Brazacorta, en el mojón de Burgos con Soria, en ese camino de destierro del Cid.
Yo aún lo práctico cada vez que voy a ese lugar.
Hace años mi hija me preguntó qué miraba. Y yo le dije que lo que ella podía ver, pero además concebía un pasado que no viví y con él soñaba.
Aquel 1933 Doroteo miraba a lo lejos y no sólo en la distancia. Miraba a su pasado, a su vida en ultramar dónde forjó una página de la historia de España pero nadie luego quiso recordar.
Doroteo Andrés Lozano había nacido en Brazacorta un 28 de marzo de 1870. Era hijo de Saturnino Andrés de la Mata, soriano de la Hinojosa, nacido en 1830. Y de Lorenza Lozano Parra, natural de Brazacorta, lugar donde se casaron un dos de mayo de 1860, dos días antes del primer sábado de mayo, la romería a Clunia.
Pero esta parte de la historia era casi desconocida para Doroteo porque no la vivió con la intensidad de la que años después vivió en ultramar. Nació durante el Sexenio Democràtico y sus últimos días transcurrían durante la segunda República.
Aquel brazacorteño escribió páginas olvidadas de la historia de España escondidas en el siglo XXI en un Archivo Militar.
Y desde que entró en la caja de reclutas de Burgos hasta que volvió de teniente, de Cuba, ocurrieron muchas cosas en el trascurso de lo que los historiadores llaman el Desastre del 98.
Mi hija Virginia es tataranieta de aquel brazacorteño y lleva la sangre de aquel héroe. Al igual que su madre y su abuela.
Y quizás alguno dude de la objetividad de este cronista, que se ocupa de la historia olvidada, al referirse a este valiente pero como adelanto os diré que, Doroteo Andrés Lozano recibió hasta cinco condecoraciones en la guerra de Cuba.
En 1895
Cruz de plata del Mérito Militar con distintivo rojo por las operaciones hasta el 30 de junio en la guerra de Cuba.
Cruz de plata del Mérito Militar con distintivo rojo por el combate habido en Vista Hernosa, Cuba.
En 1896
Cruz de plata del Mérito Militar con distintivo rojo por los combates tenidos en los puntos La Caoba y Los dedos, Cuba.
En 1897
Cruz de plata del Mérito Militar con distintivo rojo por los encuentros en Jobo Baleado y Cayo Largo, Cuba.
Cruz de plata del Mérito Militar con distintivo rojo con pensión de 2,50 por el combate de Juan Criollo, Cuba.
Y como ya sabéis que mi lema es que nadie muere mientras no sea olvidado, quizás esto sea el anticipo que me lleve a escribir su historia, desde Brazacorta hasta su llegada a Cádiz, abordo del vapor San Ignacio de Loyola.
Gloria a los héroes brazacorteños.
@agustindelasheras
@cronistadevaldepielagos
@presidentecronistasmadrileños

Comentarios
Publicar un comentario