CRÓNICAS DEL PILDE: Rana desterrada.
La Rana es un deporte de riesgo, sobre todo, si no sabes jugar.
Unos dicen que si los incas, otros que si los franceses, otros que si llego a Asturias y se extendió por la península...
Quizás en el nombre de los discos que se tiran para introducirlos por los agujeros del artilugio y así conseguir puntos, obtengamos una respuesta. Unos los llaman tejos, txapas, discos, petacos...
Sidrerias, espichas, bares castizos... todos saben el nombre del juego pero muy pocos jugar.
El artilugio es una mesa con una rana metálica con la boca abierta, un molino, dos puentes y varios agujeros. Meterle un disco por la boca a la rana (Pacma me perdone) son 50 puntos, 25 por el molino, 10 por el puente y 5 por el resto de agujeros.
Se tiran 10 tejos y para comprobar el tino, se abre un cajón, como si fuera el de la caja registradora de ultramarinos, y se cuenta el atino.
Pues como hace unos días nos decía Don Hilarión, en la Verbena de La Paloma... hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad, hete aquí, que junto al camino del destierro había concurso de Rana.
Si Ruderico hubiera pasado ayer tarde seguro que se habría bajado de Babieca para tirar los tejos... a la rana, que no a cualquiera.
Tarde de mucha calor con nubes meonas que mojaban el lugar donde se celebraban las justas.
Y mientras al lado, cuatro se intercambiaban una pelota a raquetazos, medio pueblo hacía cola para pegarle tejazos a una pobre rana con la boca abierta.
Sabed que hubo participantes de todo tipo. Jóvenes y no tan jóvenes, abuelos y abuelas, ¡Qué c... abuelas! ¡Hasta alguna bisabuela!
Las técnicas eran variadas.
Por una lado la de los grandes jugadores de tuta que tenían que guardarse fuerzas para no lanzar los discos como si fueran tejos. Otros que traían la maña conocida de sus ancestros, jugadores del norte, o de carabancheles, de lugares distintos pero cada uno con su destreza.
Alguno se colocaba como cuando jugaba a la tuta sacando la tirada bajo el sobaquillo, otros ponían los pies en paralelo como si cogieran cangrejos en el Pilde sujetos entre dos piedras, los que tiraban despacio, los que tiraban cual metralleta.
Creo que a última hora se recogió el juego. No fuera a ser que alguien quisiera comprobar que la metálica rana era príncipe o princesa.
En fin, ayer se hizo historia en unas fiestas y se arraigó un juego donde lo importante fueron las risas y el desenfreno.
@Agustindelasheras
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