CRÓNICA: VALDEPIÉLAGOS Y SU BELÉN VIVIENTE. 21 de diciembre de 2024.
CRÓNICA: VALDEPIÉLAGOS Y SU BELÉN VIVIENTE. 21 de diciembre de 2024.
Cuando Bartolomé González, Director General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, en una reunión que tuve con él en septiembre, al yo pedirle que el Belén viviente de Valdepiélagos fuera nombrado Bien de interés cultural de la Comunidad de Madrid, me decía que había otros muchos belenes en la Comunidad de Madrid. Tengo que volver a verle para firmar un acuerdo con Acroma y con mi visita de hoy a Valdepiélagos me sobrarán argumentos.
Mira Bartolomé, lo primero que emana este belén, además del trabajo de un pueblo, de una ilusión de vecinos, de una aportación individual gratuita, es voluntariedad, que se refleja en primer lugar en los chalecos reflectantes de las valdepielagueñas de la entrada, que saben administrar una situación sin la protección civil ajena. Une a esto los que participan cada año en estampas muy cuidadas de un belén viviente.
Hoy daré fe de una excelencia.
Entré por la puerta de la escuela como queriendo aprender. Y lo primero que vi fue al cambista. No fue hasta el final del recorrido cuando pensé que no había que cambiar nada.
Las cesteras intentaban entretejer a la luz de las hogueras.
Y en el mercado me han regalado aceitunas como sólo saben aliñar en Valdepiélagos. Me acuerdo de una máquina que utilizaba mi tio Emilio para rajarlas, un embudo con cuchillas.
Y había puestos de especias y dulces y unos trozos de jabón, de los que hemos tenido que advertir a uno de El Cubillo, que se parecía a turrón pero no lo era. Decía su mujer que su marido se metía todo en la boca. Yo les miraba, y prudentemente callaba.
Siguiendo el recorrido he encontrado la escuela. Mi prima MariaJose debe tener un imán con los niños. Estaba rodeado de ellos. Todos voluntarios, todos el futuro del belén.
Me he metido en el patio de la iglesia, tierra sagrada donde descansan muchas vidas, y lo primero que he encontrado es a los carpinteros, corregidores de la villa. Las silleras regateando el frío y la falta de luz. Y a continuación el censo y los reyes magos.
Antes de que me dijeran algo sus majestades les he dicho que habia sido malo y que iba a ser peor.
Las hilanderas hilando la fibra y girando la rueca.
El suelo del frontón era lugar del trillo y de los pastores, el molino de agua y las lavanderas con el frío del agua. Aquel que hacía que a nuestras abuelas se les hincharan las manos en los lavaderos congelados por el hielo.
Luis Maria, había apostado por el doce. Había pescador pero no eras tú. Cuidate mucho que tenemos que celebrar muchas cosas.
El vareo de Rocio de los olivos me ha llevado al olor de las migas recien hechas. Gracias Alicia.
MariCarmen nos tocaba la matraca mientras el olor me llevaba a las yerbas. Y después he observado las frías castañas y las sonrientes castañeras.
El maestro del alambique me ha engañado facilmente con el licor de almendras. Y de oca a oca he pasado del calor del caldo, llevaba ya el zumo de aguardiente dentro.
Las queseras para mi son sirenas de un alimento preferido. Y dentro del corral había pan, mientras las aguaderas y el huerto eran asunto de mis quintas.
En el portal había un niño, aunque Maria dejaba claro que no quería hacer abuela a Elena.
En la posada se cocía membrillo y se apreciaban legumbres y un porrón de buen vino.
Y al salir de nuevo a la calle un joven golpeaba el yunque. Escribe cosas bonitas me ha dicho mientras me he quedado sorprendido. Lo intentaré le he prometido. Te he de decir Javier, que tu abuelo se apellida Pascual igual que el mío. Somos primos.
Las curtidoras de pieles sabía que mejor pintaban. Y el camino me ha llevado al palacio de Herodes. Respanchingado soñaba con el Barca Atleti. El rey de Judea aún no sabía que le Iban a meter dos goles a los catalanes.
A la salida, para terminar, Elisa y otras vecinas repartían roscón.
Y digo yo, Bartolomé, ¿esto nos es un bien de interés cultural? Porque si tienes dudas leeme otra vez.
Gracias a los organizadores, a los participantes, a los voluntarios, a los vecinos, a Sara Gil por la elaboración de la memoria que ha llegado a la Comunidad de Madrid y sobre todo gracias a las niñas, niños y jóvenes que ayer estaban presentes en el Belén. Ellos son el futuro de una tradición.
Gracias Valdepiélagos. Con cada gesto hacéis historia.
@agustindelasheras
@cronistadevaldepielagos
@presidentecronistasmadrileños
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