CRÓNICA: Amigos en el Camino del Cid


CRÓNICA: Amigos en el Camino del Cid. 

Un lugar marca un instante. Cada instante hay que vivirlo. Para qué pensar en el ayer que no puedes cambiar o el futuro que puedes no vivir. 

En Brazacorta se ha parado el tiempo.

Es difícil buscar un sentimiento pero cuando este surge sin esfuerzo percibes que la llama siempre ha estado ahí. 

Hace años ninguno había cumplido los dieciocho años. Nos unía el contexto de un colegio, el baloncesto, un parque y la amistad.

Hoy en el camino del Cid nos hemos reunido. Y nada había cambiado.

Eramos los mismos los que reíamos, los que disfrutabamos de nuestra compañía y si algo nos impregnaba era la felicidad.

No os diré quien era quién, eso es lo de menos.

Pero si os diré que había un sargento y un brigada de la Guardia Civil, sus respectivas parejas, una de ellas compañera de la infancia y todos con recuerdos comunes.

El Sargento me ha dicho algo que define las gentes de Castilla. Decía, me han destinado a un pueblo de Burgos. Pensaba en la Castilla recia y cerrada. Y en dos meses he aprendido a amar a sus gentes. Son pueblos que comparten y se dejan compartir. Son individuos que no esperaba y he aprendido a querer. Y yo lo he visto. En una terraza junto al camino del destierro mi amigo saludaba por su nombre a las vecinas. Estas venían a él a compartir un saludo, una conversación, un guiño a la vida. Hace unos meses el Sargento era el amigo de Agustín. Hoy se ha hecho realidad en Brazacorta, me señalaban como el amigo del Sargento, y no es lo mismo, pero es de justicia. Aunque vaya a ser  una breve experiencia para ellos. Juan Antonio disfruta los últimos días de este destino. Y todos nos hemos apenado. Es muy difícil encontrar a tan grandes personas. Y esta, encima, es mi amigo.

De Ludy solo puedo decir que soy cómplice de su camino en una visión que comprendo. Que a pesar de años perdidos la quiero como se puede querer a una amiga. Y la luz de mi existencia no es la misma sin ella. Es una driade de los bosques que se ha hecho hueco en una maleza profunda. La vida no le ha acariciado el alma sino que alguna vez la ha golpeado. Y aún así, su sonrisa, sus palabras, te embargan. 

Ambos iban con sus parejas. Y con ellas y con mi familia, primo, cuñada y sobrino, he escrito una crónica de vivencia que no puedo olvidar.

Gracias... Gracias por dejarme compartir este instante con vosotros.

Cada beso, cada abrazo, me enseñaba que mi destino hoy era el vuestro. Y me habéis hecho sentir la persona más feliz de toda Brazacorta.

Qué es la suerte me he preguntado alguna vez.

Suerte, es tener a esta gente como vosotros a mi lado aunque solo sea una tarde en nuestro camino.

Juan Antonio, Ludy, nada sería igual sin vosotros. Yayo, Fran, Merche, Jorge, Antonio, que distinta sería la vida sin haberos conocido.

Ahora sé lo afortunado que soy. 

Gracias, os digo. 


@agustindelasheras 

@cronistadevaldepielagos

Comentarios

  1. Casi como oda con disfraz de crónica. Me ha encantado volver a leerte y ver una vez más tanto sentimiento, casi tangible. Un abrazo fuerte.

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