CRÓNICA: VEREDAS EN LA TIERRA Y EN EL TIEMPO

 CRÓNICA: VEREDAS EN LA TIERRA Y EN EL TIEMPO.  

Nuestros mayores, en Valdepiélagos, aprendieron que además de los caminos existían atajos para ir a los mismos lugares de una forma más directa. Les denominaban veredas.

Nuestro pasado está escrito en los recuerdos y en las mentes de nuestros mayores, por eso, nunca les dejéis de escuchar aunque el relato sea repetitivo. Mirad el brillo de sus ojos y aprended de vuestro pasado porque sólo ellos lo conocen. Ellos son los verdaderos cronistas de nuestro pueblo.

Lamentablemente algunos nos han dejado y se han llevado Crónicas imposibles de recuperar. Pero otros, dejaron escritos con aquellas vivencias, de hechos y lugares, que han llegado a nuestros días.

Macario, Anatolio y Alicia, son algunos de aquellos númenes cronistas que, como divinidades de la mitología griega, protegían Valdepiélagos con su memoria.

En unas de sus notas Macario González Ramos, que por cierto, en sus líneas de ancestros está emparentado con los Frutos y De las Heras hacia principios y mediados del siglo XIX (De esto ya os contaré), nos ha dejado escrito cómo se denominaban aquellas veredas en la tierra que con sus palabras han significado veredas en la historia de Valdepiélagos.

Siempre siguiendo sus anotaciones, nos habla por ejemplo, de la vereda Moraleja para ir a Torrelaguna. Desde la Vaqueruela, iba derecha a la carretera, al llano de la Fuente del Fraile. 

O cómo ir a Talamanca cogiendo la vereda de la Fuente de la Dehesa, antes de llegar a la Cuesta La Calleja, a la izquierda. 

O a Mesones, por la vereda de las Peñas, llegando al puente, cruzando el reguero de la derecha, para subir arriba al Frontal por el mismo borde de las peñas. Cuenta Macario que un día que andaba él por allí, paso un muchacho a caballo de una mula por el borde de aquellas peñas, cuando le vió despeñarse. Corrió al pueblo deprisa a buscar ayuda y acudió el hermano del accidentado y unos vecinos, pudiéndole sacar por abajo. Julián se llamaba el caballero, hermano de la Marcelina. 

Otra vereda venía de Mesones, llamada "La Desilla" que salía al camino del Coto San Benito. 

Y otra, desde la misma plaza de Mesones, salía barranco arriba al llano, a la derecha del pueblo, por la que volvías a Valdepiélagos. A esta vereda la llamaban de Valdenuño. 

Y también para ir al Cubillo, desde el pueblo, había una vereda que salía por detrás de las casas, hacia arriba, buscando el llano...

Gracias Macario por habernos dejado escrito estos datos que sirven de vereda para viajar desde el pasado. 

@macariogonzalezramos

@agustindelasheras 

@cronistadevaldepielagos

Fotografía @maricarmengonzalez

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